La Filosofía Como Respuesta by Martin Alonso Aceves Custodio

Clonación Humana: ¿Es hora de un Comité Internacional para Regular Avances?

En el 2004, la comunidad científica especializada en clonación se permitió soñar con un nuevo mundo donde la clonación fuera la solución a muchos problemas.

Hwang Woo-Suk, un investigador surcoreano afirmó haber creado las primeras células embrionarias a través de clonación.

Poco tardó el aclamo a su trabajo pues al año siguiente sospechas sobre la veracidad de su trabajo y las prácticas mediante las cuales lo realizó, lo obligarían a admitir que falsificó información.

¿Cuánto habría qué esperar?

Tendrían que pasar otros ocho años, para que en 2013 un equipo en Oregón lograra la hazaña de crear células madre embrionarias mediante transferencia nuclear de células.

El caso de Woo-Suk planteó una serie de cuestiones éticas, que si bien ya existían, se volvieron más notorias.

Es interesante imaginar lo que hubiera significado el que se hubiera clonado un ser humano hace ya más de 25 años.

Tiempo de revolución

Hubiera revolucionado sin duda el área científica, pero también hubiera impactado en la sociedad y la ética.

La comunidad científica hubiera adquirido conocimientos necesarios para la biología del desarrollo y la genética, mientras que la sociedad hubiera tenido que acelerar el debate acerca de la moralidad de crear seres humanos.

Hubiéramos visto marchas de manifestantes luchando por defender a los clones víctimas de inestabilidad genética y científicos apresurándose por mantenerse en la carrera por utilizar la terapia génica como solución a enfermedades y daños críticos.

La comisión de Derechos Humanos hubiera saltado al terreno de juego y el estatus legal y social de los clones tendría que ser discutido a longitud.

Sí, eso hubiera ocurrido.

Una visión al futuro

Pero el que no haya sucedido hace 25 años no quiere decir que no pueda suceder en los próximos 5 o 25 años, lo que nos lleva a preguntarnos , ¿por qué no hay más anticipación en ello?

La clonación humana es cuestión de tiempo. Los debates éticos pueden ser resueltos antes de que el caos manche un hito de la ciencia humana.

Hoy día la Organización Mundial de la Salud (OMS) establece las directrices respecto a la clonación humana .

Primera declaración

Desde 1997, mismo año en que se hizo pública la clonación de la ovejita Dolly en Escocia, la OMS estableció la Declaración sobre la clonación humana, la primera de las declaraciones internacionales en abordar específicamente la clonación humana y sus implicaciones.

 La OMS ha declarado que la clonación humana terapéutica podría ser aceptable realizado dentro de un marco ético.

También ha establecido directrices para la investigación con celulas madres embrionarias y  reiterado su oposición a la clonación humana reproductiva.

Podemos entonces deducir que la OMS está igual de conscientes que nosotros que la clonación humana está a la vuelta de la esquina, más si consideramos la clonación de los monos rhesus en China en 2018.

Interrogante

¿Por qué entonces no iniciamos una Comisión Internacional especializada en la clonación?

Está comisión estaría encargada de coordinar a las naciones y a los científicos en cuanto a las normas de seguridad y lineamientos éticos del trabajo.

Sus directrices serían las normas universales del campo. Los científicos de ésta comisión gozarían del intercambio de conocimientos y acelerarían el desarrollo y progreso.

Retos

Los retos a sortear valen la pena. No estamos hablando de cualquier avance científico ni de un mero debate ético más, estamos hablando del parteaguas de los tratamientos para enfermedades genéticas.

Habrán costos que absorber y diferencias éticas según la cultura de los miembros, pero lo primordial a cuidar es no politizar los intereses de la comisión para que no termine siendo el brazo político de algún conglomerado médico.

 Con liderazgo imparcial, compromiso de los gobiernos y participación abierta de organizaciones internacionales podremos regular los tan esperados avances: regeneración de tejidos y órganos, tratamiento de enfermedades genéticas y terapias de células madre.

Conclusión

La clonación humana es un tema que plantea importantes dilemas éticos, científicos y sociales.

A medida que la tecnología avanza, la posibilidad de clonar seres humanos se vuelve más real, lo que genera preocupaciones sobre la identidad, la diversidad genética y los derechos humanos.

La creación de un comité internacional para regular estos avances podría ser una solución viable para garantizar que la clonación humana se realice de manera ética y responsable.

Este comité podría establecer directrices claras, promover la transparencia y fomentar la cooperación global para abordar los desafíos y oportunidades que presenta la clonación humana.

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