La Moral Natural y el Retorno a la Armonía Perdida
La naturaleza está en armonía. No existe en ella el bien o el mal; sus procesos simplemente son. Desde la perspectiva del filósofo ginebrino Jean-Jacques Rousseau, el concepto del mal surge a raíz del ser humano.
Rousseau sostenía que el hombre en su estado natural era noble. El humano salvaje reaccionaba a su entorno y vivía para satisfacer sus necesidades inmediatas. Pero con el surgimiento de las sociedades nace la corrupción moral, en particular con la construcción de instituciones y el egoísmo.
Imaginemos por un momento que el planeta se queda sin humanos. ¿Podemos suponer que entre la flora y la fauna exista injusticia o ambición? ¿O que las corrientes marinas fluyan con desigualdad? Sin humanos, el problema del mal en la Tierra terminaría. Pero afrontémoslo: estamos aquí para quedarnos.
Estamos condenados a sufrir las consecuencias de nuestras acciones y a afectar todo lo que nos rodea. Es momento de tomar responsabilidad.
El comportamiento social de hoy
Si bien la propiedad privada y las instituciones sociales han generado conflictos humanos, su existencia no es el problema en sí. Nosotros hemos corrompido el único concepto moral natural: la armonía.
Con egoísmo hemos creado desigualdad para otros humanos y, en el proceso, roto la armonía del planeta. Queremos más de lo que ya hay en abundancia y buscamos apropiarnos de ideas o cosas que no podremos llevarnos el día que fallezcamos. Ya dominamos la naturaleza hace generaciones. Hemos abusado de ella, y nuestro conflicto como especie parece trasladarse al ecosistema.
Contrario a la visión radical de Rousseau, en la que solo regresando a nuestro estado salvaje recuperaríamos la bondad, creo que podemos subsanar el daño moral causado al planeta Tierra. En sociedad, aprovechando nuestra creatividad en la organización de instituciones, podemos generar un cambio real.

Estos son los cuatro puntos que propongo para lograrlo:
- Reformar la educación moral
Eduquemos a nuestros hijos en la proto-moralidad de la naturaleza, que coopera en sus procesos y coexiste en armonía. Es el modelo perfecto para dirigir nuestras sociedades.
A partir de ahora, ser moral significa ser armonioso; lo demás es una cuestión de percepción con trasfondo egoísta.
- Cambio en la estructura social
La simpleza no es sinónimo de ineficiencia. Hemos crecido creyendo que entre más complejo un sistema, mejor. Sin embargo, la humanidad, aún con su vasto número de habitantes, puede prosperar en comunidades reducidas y autosuficientes, que valoren la interacción y el respeto por todos los seres del planeta.
- Inclusión participativa de todos los integrantes
La democracia es una excelente forma de gobierno, pero cuando se basa en la representación de especialistas, pierde su esencia. Una democracia con políticos de carrera es una democracia que no confía en la sabiduría del ciudadano común.
Todos, por el simple hecho de vivir en la comunidad y experimentar, tenemos algo que aportar. Todos deberían tener la misma oportunidad de ocupar un puesto gubernamental temporal, y la mejor forma de lograrlo es mediante elecciones al azar. En una comunidad reducida, la toma de decisiones y la coordinación son más sencillas, lo que hace irrelevante si el líder es un carnicero o una ama de casa.
- Reconectar con la naturaleza
La naturaleza es un miembro activo de la sociedad, y cada comunidad debe proteger sus intereses. La educación ambiental no debería estar separada de otros tipos de educación, así como los espacios verdes de la ciudad deberían ser tan relevantes como los urbanizados. A medida que reconozcamos lo que la naturaleza nos ofrece, aprenderemos a respetar el entorno que nos acoge.
El mal artificial creado por las sociedades puede eliminarse sin necesidad de destruirlas. Se requiere una reforma social consciente para reconocer la proto-moralidad de la naturaleza y adoptarla como el modelo moral por el cual nuestras comunidades rijan su existencia.
Comparte tu opinión con el autor Martín Alonso Aceves Custodio y toda nuestra comunidad de La Filosofía Como Respuesta.
También te puede interesar:
Cómo las Circunstancias Sociales Fomentaron el Crecimiento de la Mafia Albanesa